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LO MEJOR SIEMPRE EN FAMILIA

Por Emilio Farfán

Años llevo explorando, conociendo, experimentando y analizando cuáles y dónde están las mejores propuestas para pasar unas vacaciones inolvidables.

Nos fijamos en las islas del Caribe, los cruceros, el Mediterráneo, Asia, Norteamérica o el cono sur, pero lo cierto es que a veces ni volteamos a ver lo que tenemos justo aquí en casa, y a tan sólo un poco rato de vuelo desde diversos destinos del país, gracias a la red de conectividad tan amplia que nos acerca a la codiciada Riviera Maya.

Cómo han cambiado las cosas, recuerdo aún los múltiples viajes que hacíamos con mis padres de pequeño, cuando los hoteles de ese entonces, sólo contemplaban ofrecer actividades generales más bien enfocadas a los adultos.

Si no hubiera sido por las albercas de las que nunca queríamos salir, o las playas del floreciente Cancún y el inexplotado corredor hacia el sur de la costa quintanarroense, podía haber pasado horas de entero aburrimiento, amén de alguno que otro pasatiempo que uno encontraba en el lobby, como aquellas maquinitas electrónicas del pac-many Nintendo que apenas se ponían de moda para entretenernos a los más jóvenes de la familia.

Amenidades para disfrutar

Hoy día todo es diferente por aquellos mismos rumbos y a pesar de que todavía hace unos cuantos años los grandes resorts de cadenas de extra lujo y prestigio ceñían su mercado a una ocupación de sólo adultos, se han dado cuenta que la familia completa es una parte integral que buscan los viajeros con ciertas posibilidades y gran estilo de vida. Ellos están buscando agasajar a los suyos en grande y disfrutar juntos al máximo las vivencias vacacionales diseñadas para todos.

Las corporaciones de hoteles como Belmond Resorts han puesto la mira en este otro mercado que vale la pena considerar.

Y ‘para muestra un botón’, el Belmond Maroma Resort & Spa, ubicado en la inmaculada Playa Maroma -galardonada varias veces como la mejor del mundo- y bajo la batuta y ojo experto de su director general Federico Echaiz, diseñó un paquete ideal para gozar algo que no tiene precio, el Tiempo en Familia, que sinceramente está ¡sensacional!

Experiencia integral

Desde que llega uno al resort se percibe esa atmósfera legendaria y ceremonial de la cultura maya, donde el aroma del copal envuelve con notas exóticas y ahumadas para generar buenas vibras y limpiar el alma.

Experiencia de chocolate para niños

Para una familia completa con dos o tres niños, la experiencia de este paquete los recibe en una Ocean Front One Bedroom Suite que se comunica con otra de dos camas gemelas. Se ubican a la orilla de la playa siendo la vista espectacular, sobre todo al amanecer y como tienen alberca privada, los pequeños parecen gozarlo más que nadie.

Por otra parte, hay dos regaderas una interior y otra exterior; hamaca y una amplia terraza que cada mañana es provista temprano con café, chocolate caliente, fruta y panecillos para disfrutar todos juntos, o bien acudir a El Restaurant del hotel para saborear los más suculentos desayunos de la región.

La playa es algo fuera de serie y está ahí, a unos pasos para aprovecharla al máximo con diversidad de amenities como fruta, palomitas y sorbetes. Los niños reciben kits de regalo con juguetes de playa, libros para colorear, snorkel y hasta un mini surf board para los de 12 años.

Por la tarde en la Aldea Maya se imparten lecciones para toda la familia para fabricar chocolate y bebidas prehispánicas y otras más actuales. Es algo además de entretenido para chicos y grandes, una oportunidad de aprender acerca de este producto tan legendario como goloso al paladar.

A la caída del sol y con apetito suficiente para cenar como príncipes mayas, el restaurante El Sol ofrece menú infantil y otro para los mayores diseñado estilo farm-to-table con maridaje de buenos vinos mexicanos e internacionales provenientes de la cava del hotel, multi galardonada, por cierto.

Aldea Maya

Otro día se puede visitar la zonas arqueológicas cercanas e idílicos cenotes ocultos entre la selva para refrescarse con un chapuzón en sus cristalinas aguas subterráneas. Todo detalle es cuidado al máximo para vivir la experiencia lo mejor que uno pueda imaginar, desde el transporte, amenidades, guía experto y sugerencias.

Spa para todas las edades

De regreso al resort, nada mejor que dejarse apapachar en total relax en el Kinan Spa con tratamientos para todos los miembros de la familia de cualquier edad. Quedarán satisfechos y marcados de por vida al vivir una experiencia tan hedonista y mística, entre rituales mayas y terapias de confort; aplica una reducción del veinte por ciento en tratamientos en base familiar.

En la marina in-house se sugiere practicar el kayak, hacer snorkeling o bucear, mientras los menores participan en el Game Center con paseos en bicicleta por la selva aledaña, volar papalotes, pintar cerámica o acudir a la clínica de tenis.

Terraza frente al mar

Otra opción es hacer picnic en la playa o visitar Fredy’s Bar para unos snacks mexicanos, cocteles de autor para los papás y mocktails sin alcohol para los peques.

Este mes de julio las tortugas blancas y caguamas del Caribe llegan por montones de madrugada a Maroma para enterrar sus huevos en la arena y así protegerlos de los depredadores naturales, el personal del hotel vigila rigurosamente las áreas de incubación hasta su alumbramiento en octubre aproximadamente. Es otra actividad más que se puede compartir enseñando a los niños a respetar y cuidar a los animales y el entorno ecológico.

Como podemos apreciar, la experiencia está diseñada para convivir plenamente participando en todas y cada una de estas actividades totalmente en familia.

La estancia mínima requerida para acceder a este paquete reservable en línea Belmond es de tres noches y estará vigente hasta el 18 de diciembre con un 25% de descuento en cualquier Master Suite o Suite de una habitación y un sinfín de sorpresas más.

Cabaña estilo caribeño