Joe Biden ha designado a la vicepresidenta Kamala Harris como el contacto con la frontera sur y ella se ha comprometido con México y las naciones centroamericanas para adoptar un enfoque regional de la migración como un intento de revertir algunas restricciones de la era Trump como el programa “Permanece en México” que llegó a su fin el 2 de junio.
Por Adriana Guzmán directora ejecutiva en Brand PR Digital
ras la reunión virtual realizada el pasado 7 de mayo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, la vicepresidenta amplió el alcance de su agenda para su próxima vista a nuestro país y a Guatemala el 7 y 8 de junio próximos para cubrir la compleja agenda de temas económicos, ambientales, de seguridad, energía y estado de derecho que definirá la relación de su administración entre Estados Unidos y México.
Su visita significa que México va en la dirección equivocada y es hora de que Estados Unidos se dé cuenta y dé prioridad a una relación que es crucial para nuestro bienestar común.
Debido a que los lazos a través del Río Bravo involucran simultáneamente tantos asuntos delicados nacionales y extranjeros, Harris está especialmente capacitada para coordinar la política mexicana.
Migración
La visita de la Vicepresidenta a México es fundamental para la Casa Blanca, ya que para avanzar en cualquier dirección en el tema migratorio, es claro que Estados Unidos necesita la cooperación de nuestro país.
El enfoque inmediato de Harris en la migración es comprensible dada la situación en la frontera. Pero los cruces no autorizados y las solicitudes de asilo son síntomas de otros problemas. Centrarse exclusivamente en la cuestión de la migración es poner la atención en la enfermedad, pero no en sus causas.
Harris se ha fijado el objetivo de abordar la corrupción al tiempo que brinda oportunidades económicas e infundir esperanza en la región para evitar que la gente realice el arduo viaje a los Estados Unidos, algo con lo que las administraciones anteriores han tenido poco o ningún éxito en décadas. Los problemas sistémicos en Centroamérica también se han visto exacerbados por la pandemia provocada por la SARS-CoV-2 y los huracanes Eta y Iota en países como Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala lo que ha empeorado la desigualdad de ingresos y la pobreza en la región.
Financiamiento
Tras esto y a través del programa Sembrando Vida en Centroamérica, Biden solicitó al Congreso $ 4 mil millones de dólares durante los siguientes cuatro años para enfocar la capacitación comunitaria, la mitigación del clima, la prevención de la violencia y los programas contra el crimen organizado en México y América Central. Y se ha comprometido a responder a las necesidades humanitarias urgentes en Guatemala, Honduras y El Salvador para enviar $ 310 millones para ayuda humanitaria y para abordar la inseguridad alimentaria.
Energía y medio ambiente
Volviendo a los asuntos que atañen a nuestro país y en cuestión de energía el deseo de AMLO de recrear los días de gloria de los monopolios estatales de generación de electricidad y petróleo han causado más estragos en las finanzas federales. En cuanto a medio ambiente su total rechazo a implementar energías renovables han reducido el atractivo de México y ahuyentó la inversión extranjera (las preferencias de que López Obrador ha otorgado a los monopolios estatales parecen violar las disposiciones del nuevo acuerdo comercial del T-MEC).
Aunque no será el tema principal del viaje, creo que la Vicepresidenta Harris también debe insistir ante México el cumplimiento irrestricto y sin cortapisas del T-MEC lo que es una condición necesaria para avanzar en estos temas.
Los inversionistas estadounidenses en México necesitan el apoyo de su gobierno ante la falta de respeto de López Obrador por el estado de derecho. Ambos países tienen que volver a comprometerse con los compromisos del tratado, reforzar las normas democráticas y luchar contra las amenazas comunes a la seguridad.
En resumen
Es cierto que no importa cuán amplia sea la agenda de Harris en su visita, no puede resolver todos los problemas de México. Pero la Casa Blanca tampoco puede darse el lujo de descartarlos. Necesita volver a negociar y administrar una relación que tiene mucho potencial. Desde cualquier perspectiva, la visita de la Vicepresidenta tendrá una importancia capital para la relación México – Estados Unidos y para encauzar los trabajos de la agenda bilateral en los próximos años.
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