Con información de: Agencias
En su encuentro con Quién, el músico presentó su nueva aventura, el sotol NocheLuna, que produce de manera artesanal en Chihuahua, México, de la mano de Casa Lumbres.
on aparecer, Lenny Kravitz generó las sonrisas y los aplausos de los representantes de la prensa nacional, que se dieron cita en un hotel de Paseo de la Reforma, en donde el neoyorquino de nacimiento, angelino de crianza, bahameño y mexicano de corazón presentó su propio sotol, que produce de manera artesanal en Chihuahua, México.
La actitud del (tiene oficios para escoger) músico fue relajada, dispuesto a contestar las preguntas que se le hicieron. Su off-white total look, lo hizo verse hippie chic, con su camisa con bordados muy mexicanos, anudada a la altura de la bien trabajada cintura y con su torso casi al descubierto, ya que sólo abrochó un botón.
Para sus accesorios Kravitz optó por botas de pitón, cinturón café con maxi hebilla dorada y sus inseparables lentes de sol de tinte brown, en este caso redondos, dos gruesas cadenas al cuello y varios anillos. Completó la imagen con sus dreadlocks y barba de tres días.
Sexy y amable, Lenny recordó desde cuándo surgió su amor por México. Tenía 11 años cuando dejó su natal Nueva York para emigrar, por asuntos de trabajo de su mamá, a Los Ángeles, fue ahí donde tuvo su primer acercamiento con la cultura nacional y descubrió eso que más ama: a la gente.
Kravitz aseguró en Tierra Azteca que este romance con nuestro país tiene 47 años: “Amo muchas cosas, pero el corazón de la gente es lo primero. Crecí en Los Ángeles, tenía 11 años cuando llegué y tuve mi aproximación a la cultura mexicana por el lugar en el que vivía (Santa Mónica) y en la escuela”.
Lenny aceptó que gracias a estos encuentros con nuestros paisanos, que radican en Estados Unidos, y luego al venir él mismo en 1999, con su The Freedom Tour, se dio cuenta que “la gente es muy abierta”, y amó “su calor, tienen fuego y pasión”.
También se siente especialmente atraído por lo que ha conquistado de México al mundo entero: “La música, la comida y la naturaleza son maravillosas, así como la cultura y mucho su corazón”. La suma de todos estos elementos que lo conquistaron tiene hoy una expresión liquida, con el lanzamiento de su sotol, al que llamó NocheLuna.
Lenny Kravitz conecta con México a través del sotol
“Salvaje, orgánico y antiguo”, con esas tres palabras definió Kravitz a su marca de sotol que lanzó oficialmente hoy en Ciudad de México, tras cinco años de intenso trabajo, al lado de Casa Lumbres. Así como en la infancia México llegó a él hasta Los Ángeles, la tradicional bebida lo hizo hasta su máximo refugio en Bahamas.
“Todo paso muy orgánico, no lo sabía en ese momento, pero había una bebida secreta. Estaba haciendo una película y llegué a mi habitación; abrí una de las dos botellas que me enviaron y el sabor fue intrigante, no sabía qué era, conozco el tequila y el mezcal, pero no el sotol, no sabía tampoco de Chihuahua y toda su historia”, compartió Lenny.
Pero eso cambió muy rápido gracias al Maestro Vinatero de cuarta generación Eduardo Arrieta, el reconocido educador de sotol Ricardo Pico y el director de Innovación y Socio, Iván Saldaña, quienes “educaron” a Kravitz en la tradición de la bebida, que tiene en el país 800 años, aunque algunos mexicanos aún desconocen.
“Rápidamente me eduqué en qué es esto (el sotol) porque me intrigaba saber del sabor, el olor y las notas; así que hice el viaje a Chihuahua, fui al desierto y vi lo que pasaba; cómo crecen las platas, así como todo el proceso. La gente es maravillosa y con Casa Lumbres somos una familia”, compartió Lenny.
El proyecto tiene tan dedicado a Kravitz que en un primer momento recibió a todos en Eleuthera, a donde se mudó en 2020, ahí hizo clic de inmediato con todos los involucrados en NocheLuna. ” Nos llevamos muy bien en esta junta, como seres humanos, que para el final ya teníamos el nombre, la dirección y el diseño de la botella”.
Esa noche sucedió algo muy especial, relató el también actor: “Salimos del lugar donde estábamos comiendo y miramos que estaba una luna nueva encima de nosotros y supe que era un señal de que se tenía que llamar NocheLuna. Aquí estamos hoy, después de cinco años en este lanzamiento en Ciudad México”.
Apasionado del desierto de Chihuahua
Como buen fotógrafo, para Lenny las imágenes lo son todo, y por eso encontró en las dunas de Chihuahua un pretexto más para que lo visitaran las musas que lo inspiran, incluso filmó una parte de un largometraje que lo ha mantenido ocupado todos estos años de pandemia en el rancho de don Eduardo.
“Estaba en Bahamas y cuando viajé a Chihuahua encontré cosas muy similares; es cool, amigable y encantador. Luego fui al desierto y me voló la cabeza, fue como una película de Jim Morrison y The Doors, todo el universo se abre cuando estás en las dunas, lo entiendes todo, es un sentimiento muy fuerte. La energía del desierto es muy fuerte”
Así el sotol creó una conexión más entre el multiinstrumentista y productor con Tierra Azteca. “Es parte de la creación, vivo de la creatividad, así que usa los mismos principios que para hacer música, es la misma cosa, haces algo básicamente de la nada y de la idea”.
Aunque para la bebida también se enfrentó a cosas que sabe que no se pueden controlar en el universo de la naturaleza como el viento y la humedad, “es el mismo proceso que hacer música, hacer una pintura o una escultura”, consideró Kravitz, sentado en un sillón color rojo, que contrastaba muy bien con los colores claros de su ropa.
Antes de despedirse, Lenny aceptó que ,a pesar de la crudeza de los tiempos en que vivimos, por la enfermedad y la muerte, rescatando el lado positivo él logro, además de filmar una película, “un retiro conmigo mismo y mucho se reveló, lo bueno y malo. Para mí fue un tiempo muy creativo, para practicar y aprender vivir en el momento el presente”.
Imágenes Cortesía: Agencias
Ayudamos a las marcas a acelerar su crecimiento. Somos agencia de marketing y relaciones públicas dedicada a implementar estrategias, experiencias y campañas 360º físicas, digitales y virtuales en los segmentos de salud, RSE, consumo, arte, construcción, turismo, lujo y estilo de vida.